viernes, 22 de abril de 2011

PINZAMIENTO TARDÍO DEL CORDÓN UMBILICAL



En el ámbito hospitalario existe aún controversia a la hora de abordar el momento idóneo para clampar y cortar el cordón umbilical. ¿Es que la naturaleza no lo ha hecho extraordinariamente bien durante miles de años? A veces tengo la sensación, de que los profesionales que respetamos la fisiología del parto, tenemos que estar justificando continuamente el por qué de la NO INTERVENCIÓN, cuando lo que tendríamos que tener muy claro es que si intervenimos tiene que ser por una causa realmente justificada.
La placenta sigue con su función de proporcionar oxígeno al del bebé mientras continúe transmitiendo sangre. Y esto, en el momento inmediatamente posterior al nacimiento, es un aporte extra contra la anoxia postnatal. Si no se pinza y no se corta podrá seguir proporcionando al recién nacido una segunda fuente de oxígeno. Sus pulmones pueden tomarse tiempo para comenzar a expandirse. Lo hará poco a poco, estando durante esos minutos protegido por el oxígeno que le sigue llegando. Hay que dejar que actúe la Naturaleza, la que nos ha permitido que la especie se reproduzca.
El cordón umbilical se colapsa solo, a veces tarda sólo 3 minutos, y otras veces tarda entre 15-20 minutos. Una vez se colapse, si puede pinzarse y cortarse. Si se hace antes puede provocar anoxia y hasta daños irreversibles por falta de oxígeno cerebral en algunos bebés, sobre todo los que nacen con sufrimiento fetal agudo y necesitan más que ninguno que la placenta le siga pasando durante unos minutos sangre con oxígeno.
La OMS refleja en la Guía Práctica de Cuidados en el Parto Normal que “El pinzar el cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento o un poco más tarde puede tener consecuencias tanto en la madre como en el recién nacido. Los efectos maternos han sido analizados en diversos estudios. No se encontraron diferencias significativas respecto al momento en que se pinzó el cordón y la aparición de hemorragia posparto o de transfusiones feto-maternas”. Así que pinzar precozmente el cordón con la justificación de que el sangrado materno es menor no está demostrado.
“Los efectos sobre el recién nacido se han tenido en cuenta en estudios que han demostrado que hay una transferencia sanguínea de la placenta de unos 80 ml de sangre en el primer minuto de vida y que alcanza los 100 ml de sangre a los tres minutos de vida. Estos aportes extras de sangre pueden suponer un aumento de hierro extra de aproximadamente 40-50mg/kg. Cuando esta cantidad de hierro es añadida a lo que supondría la cantidad con la que nace un bebé a término, unos 75 mg/kg de hierro, el total de hierro podría alcanzar unos 115-125 mg/kg, lo que podría ayudar a prevenir anemias durante el primer año de vida”
“Por otro lado, hay evidencia que sugiere que clampar y cortar el cordón de forma tardía podría poner a los recién nacidos en un riesgo alto de policitemia, hiperbilirrubinemia y otras enfermedades neonatales, sin embargo,  no se demostraron diferencias significativas respecto a la morbilidad neonatal. Con respecto a problemas de tipo respiratorio, no se demostraron diferencias significativas entre los dos grupos. El pinzamiento tardío (o incluso el no pinzamiento) es la forma fisiológica de tratar el cordón, mientras que el pinzamiento temprano es una intervención que necesita de una buena justificación”
Esto es igual de importante o más en el caso de los bebés prematuros, que necesitan el aporte extra de oxígeno y toda la sangre llena de nutrientes y hierro que puedan recibir. “Esto es especialmente relevante en los neonatos prematuros, ya que están expuestos a múltiples circunstancias que aumentan el riesgo de padecer trastornos graves. La anemia del neonato asociada con los partos prematuros es un problema frecuente, y tiene consecuencias considerables en el resultado clínico, especialmente en lugares de escasos recursos. En los neonatos prematuros hay tres causas principales de anemia: los mecanismos fisiológicos inherentes al parto prematuro; las enfermedades o los trastornos neonatales y, más importante aún, las frecuentes extracciones de sangre con el propósito de realizar análisis de laboratorio durante el cuidado intensivo. A pesar de la existencia de algunas estrategias específicas para limitar las transfusiones, la gran mayoría de los neonatos prematuros nacidos con menos de 32 semanas completas de gestación recibe al menos una transfusión. Los problemas asociados con la anemia en los neonatos prematuros, así como con su tratamiento (transfusiones), son múltiples e implican riesgos significativos.
La anemia dificulta el crecimiento normal y contribuye a la desnutrición en la mayoría de los neonatos prematuros de muy bajo peso al nacer que permanecen hospitalizados durante mucho tiempo. Además, la anemia interfiere con el proceso de recuperación de enfermedades respiratorias (en particular la displasia broncopulmonar), enfermedades cardiacas congénitas e infecciones bacterianas. Por otro lado, las transfusiones de sangre o de hemoderivados pueden representar un riesgo significativo para la transmisión de infecciones y otras enfermedades, en lugares de escasos recursos.
UNICEF decidió financiar el desarrollo de un estudio clínico en el que demostró que el pinzamiento tardío del cordón umbilical aumentó el hematocrito durante las primeras seis horas de vida dentro de los rangos fisiológicos y no causó ningún riesgo para los recién nacidos o sus madres. Además, el pinzamiento tardío del cordón umbilical disminuyó significativamente la incidencia de anemia neonatal. En una segunda fase se observó que los niveles de ferritina sérica eran significativamente más elevados en el grupo con pinzamiento tardío del cordón umbilical, incluso después del control de las variables de confusión.
Otra de las variables para las que el clampaje tardio es beneficioso es para la disminución del riesgo de hemorragia intraventricular que se puede producir en los bebés  prematuros pues los vasos sanguíneos en el cerebro de los bebés prematuros aún no están completamente desarrollados y son sumamente frágiles.
Está claro que tenemos que aprender mucho de nuestro propio cuerpo, seguir nuestros isntintos y que nuestros bebés se adapten cuidadosamente a su nueva vida.
  • Cuidados en el parto normal: una guía práctica. Informe presentado por el grupo técnico de trabajo. Organización Mundial de la Salud, Ginebra. Departamento de Investigación y Salud Reproductiva.
  • Ceriani Cernadas JM. Pinzamiento precoz versus pinzamiento tardío del cordón umbilical en neonatos prematuros: Comentario de la BSR (última revisión: 7 de marzo de 2006). La Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS; Ginebra: Organización Mundial de la Salud.

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